IBA A SER PADRE, UNO DE LOS JÓVENES EJECUTADOS POR MILITARES EN NUEVO LAREDO

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Por Agencias

Nuevo Laredo, Tamaulipas, 03 de marzo de 2023.- Gustavo Ángel Suarez Castillo, una de las cinco víctimas de ejecución extrajudicial a manos de personal del Ejército Mexicano, viajó de San Antonio, Texas –donde tenía su domicilio- a Nuevo Laredo, para visitar a su novia, quien le dio la noticia de que sería padre.

De 21 años, Gustavo trabajaba como contratista y vivía en San Antonio. Viajó a Nuevo Laredo en su camioneta Chevrolet Silverado 2020 blanca, que traía placas de cartón –los militares se las rompieron- que se la habían entregado el 9 de febrero y estaba pagando 700 dólares al mes.

Jennifer Castillo, madre del joven nacido en Estados Unidos, quien residía y trabajaba en San Antonio, Texas, señala que “yo lo que pido es justicia por mi hijo, porque él tenía muchas metas”.

En la masacre de la colonia Manuel Cavazos Lerma, militares ejecutaron extrajudicialmente a cinco jóvenes. Las víctimas son, Gustavo Pérez Benítez, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Alejandro Trujillo Rocha y Gustavo Ángel Suárez Castillo, ciudadano estadounidense.

Gustavo llegó el sábado a Nuevo Laredo y se reunió con su novia. Ahí, le dio la buena noticia de que iba a ser padre, el joven tomó una foto de la prueba positiva de embarazo y le se la mandó a su madre vía WhatsApp a las 10:02 de la noche, pero ella ya estaba dormida y no contestó hasta las 8 de la mañana del domingo, sin saber que su hijo, había sido ejecutado por personal militar en esa ciudad fronteriza.

“Desperté con un mensaje de las pruebas de embarazo que él me mandó, ya cuando lo vi, el domingo en la mañana, le digo, felicidades para los dos, soy la abuela más feliz, pero me imagino que mi hijo ya no alcanzo a leerlo”, narro la afligida mujer.

¿Quién era Gustavo Ángel Suárez, joven asesinado en Nuevo Laredo?


Gustavo Ángel Suarez Castillo, nacido en Estados Unidos, residía en San Antonio, Texas, e iba a Nuevo Laredo donde tenía su novia, que horas antes de su muerte le dijo que iba a ser padre.

Trabajaba como contratista en una compañía de concreto, vivía en casa de su madre, Jennifer Castillo, quien señaló que la camioneta blanca que iba conduciendo la madrugada del domingo y en donde fueron ejecutados por los militares, la compró a crédito y estaba pagando 700 dólares al mes.

Humberto, el padre de Gustavo, quien vive en Nuevo Laredo, recuerda cómo fue que llegó al lugar donde murieron su hijo y otros cuatro jóvenes.

“Llegué a después de las 10, a dónde fueron los hechos, yo me subí a la camioneta de mi hijo, no encontré ni un arma, no encontré nada, ¿por qué tantos balazos?”, narra con impotencia el padre de familia.

Por acuerdo de sus padres, Gustavo no fue sepultado en Estados Unidos, sino en medio de una discreta ceremonia en el poblado de Hidalgo, Coahuila, donde tienen familia.

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